martes, 26 de enero de 2016

LA SUMISA


DERECHOS Y DEBERES DE LA SUMISA:

Derechos:

- A sentirte segura. Ni tu salud mental ni física deben sentirse amenazadas por practicar el BDSM con el rol de sumisa.

- A ser feliz. Ser sumisa no significa ser infeliz.

- A ser respetada.

- A desarrollarte como persona social (familia, amistades, trabajo, hobbies, etc...)

- A manifestar tus miedos, desengaños, inquietudes, anhelos, alegrías, etc...

- A tener una vida privada fuera del BDSM.

- A decir, NO.

Deberes:

- A obedecer y cumplir lo pactado.

– A hacer feliz a tu Amo.

- A respetar la vida privada de tu Amo.

- A ser sincera con tu Amo.

- A comportarte correctamente en cualquier lugar; para que el buen nombre de tu Amo no se vea afectado.



Estos son algunos de los derechos y deberes de una sumisa, por supuesto hay más. Puede que con estas pinceladas nos hagamos una pequeña idea de lo que es una sumisa... Pero muy pequeña.


Esto no nos cuenta cómo se siente, ni lo que piensa, tampoco lo que desea... Eso es lo que os traigo hoy, mi pequeña charla con Edas, una mujer encantadora que nos ha abierto un poco su mundo para que podamos entender, o curiosear, eso queda en cada uno, el sentir de una sumisa.
De antemano mi gratitud y mi respeto.
¡¡Vamos a allá!!





Virginia:¡Buenos días, Edas! Encantada de conocerte, gracias de antemano por tu amabilidad.


Edas: Buenos días, el placer es mío.

Virginia: ¿Cuántos años tienes?

Edas: Treinta y cinco.

Virginia: ¿Casada, soltera…?

Edas: Divorciada, ahora vivo con mi hija.

Virginia: ¿Trabajas?

Edas: Sí, soy administrativa en una asesoría.

Virginia: ¿Cómo definirías tu personalidad?

Edas: Soy jovial y algo alocada, dicen que suelo ser el alma de las fiestas, ja ja ja.

(Y estoy segura que lo es, desde nuestra primera charla ha desbordado simpatía)

Virginia: Edas, ¿eres sumisa?

Edas: Sí. Y no entiendo no serlo ya en mi vida.

Virginia: Según tu vivencia personal, ¿qué es ser sumisa?

Edas: Tener a alguien tan importante que hace que quieras satisfacerlo, porque lo que te da es tanto y tan maravilloso, que necesitas complacerlo para agradecérselo.

Y sexualmente… Ciertas prácticas extremas que hacen que tu cuerpo vaya al límite y sientas un placer inigualable.

Virginia: Resulta muy tentador, ja ja ja.

Edas: Yo hago cosas que nunca imaginé hacer, pero no es que las haga, es que las necesito.

Virginia: Dices que te da tanto que necesitas complacerlo. ¿Podrías explicarme un poco más, qué te da?

Edas: Me da confianza, seguridad, hace que me sienta importante y feliz.

Yo era alguien con complejos, como todas imagino. Pero además me veía una persona muy normalita y que un hombre así te considere tan importante, y te lo demuestre, es algo que pocos hacen.


(No entiendo muy bien qué complejos podría tener Edas puesto que es una mujer muy muy atractiva... Así somos las mujeres, jajaja)


Virginia: ¿Cuándo comprendiste que eras sumisa?

Edas: Cuando no solo necesitaba sexo, sino que quería más, algo más fuerte. Cuando veía vídeos y el bondage me excitaba más que otros… Aún estoy comprendiendo que lo soy.

Virginia: ¿No siempre has sido sumisa?

Edas: ¡¡Nooo!! Llevo muy poco tiempo, solo dos años.

Virginia: En tu círculo cercano, ¿saben que lo eres?

Edas: ¡¡¡Noooo!!! Ja ja ja. Me encerrarían… Y no de la manera en la que me gusta estar atada y encerrada, ja ja ja.

Virginia: Ja ja ja, lo supongo.

Edas: Hay gente que ya sí sabe que lo soy, pero porque les interesa y las estoy conociendo. También conozco otras sumisas, pero no son de mi circulo... Te estoy liando, ¿a qué sí?

Virginia: No, lo entiendo perfectamente. No puedes decirlo a tu familia o amigos de toda la vida. Sí a la gente que conoces y puede que quieran saber un poco más de ti y de BDSM, u otras sumisas con las que puedes hablar abiertamente.

¿Es así?

Edas: ¡Exacto! Y con mi hermana, claro.

Hermana de cadenas, no pienses cosas raras, ja ja ja. Mi Señor tiene otra sumisa.

Virginia: ¿No piense cosas raras? ¿Pero lo “raro” no es tener hermana de cadenas? Ja ja ja.

El tema de que tu señor tenga otra sumisa me interesa, es algo que salió en la entrevista al Amo, si te parece lo dejamos para más adelante.

Edas: Tú mandas.

Virginia: Dices que llevas tan solo dos años siendo sumisa. Me gustaría saber cómo has llegado al punto donde estás ahora.

¿Buscabas algo diferente? ¿Conociste a alguien que te hizo descubrir lo que querías? Ahora no sé si me explico yo. Ja ja ja.

Edas: Sí. ja ja ja.

Pues no soy muy santa, casada pero muy inquieta sexualmente y… digamos que buscaba más cosas, y una lee e imagina y recuerda cosas de la juventud…Hasta que fui a locales liberales.

Y lee más y entra en Facebook, que es el infierno.

Y poco a poco. Entonces conocí el mundo liberal, luego a un "Amo" muy malo y luego a mi Señor, con el que llevo un año.

Virginia: ¿Te acompañó tu marido a estos sitios liberales, fuiste sola?

Edas: No, mi marido no me acompañó, pero no fui sola. Primero con un amigo y luego con una pareja que conocí.

Virginia: Es muy diferente el mundo liberal al BDSM.

Edas: Sí, mucho, mucho, mucho.

Virginia: ¿Cómo conociste a tu señor? ¿Personalmente, por la red…?

Edas: Lo conocí por la red.

Virginia: ¿Te pusiste tú en contacto o fue él?

Edas: Fue él.

Virginia: ¿Te explicó, te tutorizó?

Edas: Sí, empezamos así. Explicándome, mandándome “deberes”, haciendo "misiones", contándole cosas que nadie sabía.

Fue ganándose mi confianza y por qué no decirlo… Poniéndome tan caliente que no podía decirle que no.

Virginia: ¿Todo esto sin conocerlo personalmente?

Edas: Sí, todo por teléfono, wassap, Facebook. Tenía fotos, pero las primeras misiones fueron sin conocerlo personalmente.

Virginia: ¿Puedes darme un ejemplo de “deberes” o “misiones”?

Edas: Ir al trabajo sin bragas, comprar lencería para él y mandarle fotos, comprar juguetes, mandarle fotos íntimas haciendo cosas íntimas.

Virginia: ¿Lo aceptaste a la primera? Es decir… ¿Siempre supiste que eso era lo que debías hacer, confiaste en él?

Edas: Sí, confié, no sé por qué. Por cómo me hablaba, por cómo me ponía, que puse poca resistencia. Cuando, un año atrás, al primero que me pedía una foto en tetas lo bloqueaba.

Virginia: Sí, es curioso, entiendo que cada vez estabas más segura de que eso era lo que necesitabas.

Edas: Es que era como dejarme llevar en muchos momentos, pero también muchos de miedo de… Qué hará con las fotos, con mi móvil, sabe dónde vivo, dónde trabajo…

Un día me dejó helada.

Virginia: ¿Por qué?

Edas: Yo salí a desayunar y me mandó un wasap de… Vas vestida así, y quiero que entres en el baño y te quites las bragas y las dejes en el lavabo de hombres.

Yo ya conocía su imagen, pero no lo veía. Miraba para todos lados, los compañeros diciendo que qué me pasaba...Lo hice y luego me mandó una foto con mis bragas. Ja ja ja.

Virginia: Y tú cachonda perdida, ja ja ja.

Edas: El resto del día, y me prohibió tocarme.

Virginia: Lo conoces por la red, haces misiones y supongo que él te dice si todo va bien, si eres apropiada para él y todo eso, ¿no?

Cuéntame un poco cómo fue antes del primer encuentro en persona.

Edas: Él iba valorando las misiones, ponía nota y avanzábamos.

Virginia: ¿Y tú cómo te sentías?

Edas: Cuando me ponía una nota alta, feliz. Me lo decían los compañeros, amigas, todo el mundo. Con nota baja, mal.

Virginia: En la relación Amo/ sumisa hay un momento en que estás sometida y sientes que lo necesitas, ¿para ti fue ya en ese momento, antes de verlo personalmente?

Edas: Estaba muy sometida y enganchada en ese momento, pero fue verlo y tener su presencia y desear que se parara el tiempo.

Virginia: Cuéntame lo que puedas de ese primer encuentro.

Edas: Quedamos en una cafetería de un hotel, me dijo cómo ir vestida, y luego subimos a la habitación. Me hizo desnudarle, me ató, me sometió, me azotó (suave por las marcas), me folló salvajemente, me dejó atada en el suelo y bajó. Luego volvió a subir y volvió a follarme y usarme.



Virginia: Ahora mismo tengo… Bueno, sigue.

Edas: Lo duché y nos fuimos.

Virginia: ¿Cómo te sentiste? Ja ja ja ja, me río por lo absurdo de la pregunta.

Edas: Biennnn, ja ja ja ja, muy bien.

Virginia: Cuando dices que te ha usado suena un poco despectivo, sé que no es así. ¿Qué sientes cuando tu Señor te usa?

¿A qué te refieres con ser usada?

Edas: Me usa para su disfrute y placer, para estar cómodo, para estar feliz, y eso me hace sentir bien a mí porque siento que soy buena para él.

Además sé que lo hago feliz. Al igual que él me hace que yo lo sea de muchas formas.

Es difícil de comprender, pero no sé… Sientes que haciendo algo lo haces feliz y entonces eres feliz tú.

Virginia: La felicidad de él es la tuya, porque ves que tú se la has proporcionado. ¿No?

Edas: No lo hubiera definido mejor, ja ja ja.

Virginia: ¿Cómo definirías este sentimiento? Porque está claro que no es amor, al menos amor como lo conocemos... Es otra cosa, ¿o estoy equivocada?

Edas: Es entrega.

Virginia: ¿Una sumisa pierde su personalidad? ¿Su voluntad?

Edas: No creo que la haya perdido, él dice que tengo mucho carácter… Y mi voluntad es servirle y satisfacerle, porque a la vez así yo estoy satisfecha, y él me hace feliz.

Virginia: ¿Tú tienes otras relaciones además de con tu señor? Me refiero por tu cuenta, no las que él pida o en las que él intervenga.

Edas: No.

Virginia: ¿Porque no quieres, no las necesitas?

Edas: No las necesito y no las quiero, él me da todo lo que quiero y más.

Virginia: Entiendo que eres sumisa 24h, no como rol o juego sexual.

Edas: 24/7

Virginia: En lo que yo conozco de la relación Amo/sumisa, pienso que al contrario de lo que la gente cree, no es algo sexual, aunque el sexo es muy importante.

Es algo mental, ¿es así?

Edas: Totalmente. El sexo es una parte, pero también para entregarte a esas prácticas sexuales debes estar muy tranquila y confiada, ¿cómo vas a estar atada y siendo sometida si no confías?

Virginia: Hay distintos tipos de Amos y también de sumisas. ¿Cómo supisteis que os acoplabais bien, o él te amoldó a sus gustos?

Edas: Pues con el día a día, como cualquiera relación. Él me amoldó a sus gustos y yo he aprendido cosas que no sabía me gustaran, ja ja ja.

Virginia: Rompiendo límites, ¿no?

Edas: Así es.

Virginia: Sabes que la gente ha conocido un poco el BDSM por la literatura, así que vamos a hacer preguntas que han surgido de los libros, para confirmar o desmentir. ¿Te parece bien?

Edas: De acuerdo.

Virginia: Por ejemplo. ¿Existe el contrato Amo/ sumisa? ¿Tú lo tienes?

Edas: Yo no tengo contrato, mi Señor y yo consensuamos todo hablando, no hace falta un contrato, pero a raíz de la literatura si sé que muchos amos y sumisas lo tienen.

Virginia: ¿Quieres decir que el contrato ha surgido por los libros y no al revés?

Edas: No, quiero decir que yo no lo conocía anteriormente y, mi Señor, que lleva más tiempo en el BDSM, no lo ha usado nunca.

Una pareja BDSM necesita mucha comunicación y no tener nada escrito, sino confianza y seguridad el uno en el otro.

Virginia: Eso me parece más lógico, la comunicación. No entiendo muy bien qué valor puede tener el contrato, imagino que porque puede que te dé cierta seguridad, pero no sé, me parece mucho más normal lo que tú me dices

Edas: Es como nosotros lo usamos.

Virginia: ¿Y la palabra de seguridad? supongo que eso sí, y además es importante.

Edas: Sí, sí la tenemos, incluso gesto de seguridad.

Virginia: ¿Has usado alguna vez tu palabra de seguridad?

Edas: Sí, pero no con azotes, sino con una tarea que me era imposible realizar en ese momento, luego sí.

Virginia: ¿Si no puedes cumplir una tarea, también has de usar tu palabra de seguridad?

Edas: La palabra de seguridad es algo no solo para azotes, sino para todo, para órdenes, para actuaciones, para todo.

Virginia: Es algo que no sabía, pensaba que solo se utilizaba cuando en una sesión o algo parecido no puedes más.

Edas: ¿Y si no puedes más de "coco", qué haces, no lo dices? Nosotros la usamos para todo.

Virginia: Entiendo, ¿cómo te sientes cuando tienes que usar tu palabra de seguridad porque no puedes hacer algo?

Edas: Horrible, mal, como que le he fallado.

Virginia: Cuando comenzaste la relación con tu Señor, ¿en algún momento tuviste dudas?

Edas: En muchos momentos tuve dudas, jajaja. Hace ya 17 meses.

Virginia: Al principio supongo que es normal, ¿dudas de qué tipo?

Edas: Si es lo que deseo, si está bien, si es mucho... Eso al principio, luego dudas de si lo hago bien, de si está orgulloso de mí…

Virginia: ¿Cómo te diriges a tu señor?

Edas: De usted, siempre.

Virginia: ¿Y le llamas señor? ¿Nunca por su nombre?

Edas: No, por su nombre nunca.

Virginia: Al principio me hablaste de hermanas de cadenas. Explícame.

Edas: Tengo una hermana, mi Señor tiene otra sumisa.

Virginia: ¿Y cuál es vuestra relación?¿Como unas hermanas de familia?

Edas: Sí, pero jugamos entre nosotras, jajajaja

Virginia: ¿Nada de celos?

Edas: A veces hay algo, no te lo niego, pero nada muy grave.

Virginia: No os habéis tirado de los pelo todavía, ¿no? Ja ja ja.

Edas: Sí, pero de otra forma, ja ja ja..

Virginia: En las entrevistas que realicé a el Amo, hablamos de la diferencia entre ser sumisa y esclava, desde el punto de vista de un Amo.

¿Cómo lo ves tú?

Edas: Es algo que yo he hablado con una esclava, y mi sensación es que ella tiene menos comunicación con su amo y obedece sin pensar más, pero es mi sensación.

Virginia: Entiendo entonces que tú puedes opinar, que si algo no te gusta lo puedes decir, en caso de que no te gustara algo.

No me digas todo me gusta, que ya te voy conociendo, Ja ja ja.

Edas: Ja ja ja, me gustan muchas cosas, ja ja ja, pero sí puedo opinar, claro, consensuar.

Virginia: Entrando en prácticas sexuales, hay Amos que les gusta el dolor, la humillación, ambas… ¿Cuál es tu caso?

Edas: Ambas.

Virginia: La pregunta que más me han hecho: ¿cómo alguien le puede gustar y excitar el dolor?

Edas: En eso no puedo ayudarte, solo sé que me excita y me pone cachonda, ¿qué le hago yo? Ja ja ja, ¿Por qué? Pues imagino que por lo mismo que hay hombres que con un hombre se las empina y con una mujer no.
No sé.

Virginia: Ja ja ja, muy esclarecedor, desde luego.

Lo que quiero decir, ¿antes te gustaba el dolor en tus relaciones sexuales, te excitaba??

Edas: Sí, siempre me ha gustado el sexo fuerte, pocas carantoñas.

Virginia: Intentaremos explicarlo un poco. ¿Qué es lo que te excita, la sensación en tu piel, lo que sabes que viene después? El dolor en sí.

Edas: Me excita la sensación en mi piel, el sentirme desprotegida pero a la vez segura, me excita la mente, el cómo me toca, el cómo mi piel es castigada pero cuidadosamente, y sobre todo, sobre todo, sobre todo, me excita muchísimo el sexo mezclado con el dolor por los azotes y excitarme luego, por ejemplo en la oficina, con el dolor, y recordar...

Virginia: Esta explicación me gusta más… Me he excitado hasta yo, jajaja.

Cuando hablamos de azotes, ¿a qué nos referimos en tu caso?

Látigos, fustas, palas, varas…

Edas: Fustas, gatos y palas, las varas también.

Virginia: Las varas son algo fuerte, ¿no?

Edas: Las varas molan por la marca que dejan, pero soy más de golpes secos y fuertes.

Virginia: ¿Cómo qué?

Edas: Palas y fustas.

Virginia: ¿Cómo empezaste a jugar, por así decirlo, con el dolor? ¿Vas poco a poco? ¿Hay un entrenamiento?

Edas: Sí, vas poco a poco, usando más juguetes y más tiempo, más flojo al principio, más duro luego, incluso en la misma sesión, progresivo.

Virginia: Me has dicho antes que te gustaba el bondage. ¿Lo practicas?

Edas: Sí, mi Señor hace muchas ataduras… Más bonitassss... Jajaja

Virginia: A mí el bondage es algo que me produce… Curiosidad.

Edas: Es muy excitante y luego te quedan marcas chulas, yo soy además de las que le gusta que mis tetas las aprieten mucho.

Virginia: No me cuentes más que me pongo, bueno sí, cuéntame.

Ja ja ja, no, en serio.

A ver, voy a centrarme que ya estaba buscando cuerda.

Por lo que dices prácticas bondage a un nivel avanzado, no solo muñecas, tobillos y cosas más habituales.

Edas: No, avanzado… Vamos, más que eso.

Virginia: Dime algún tipo de atadura, algo que hayas hecho.

Edas: Pues tener atados muslos, pecho, brazos enteros y tobillos, y agarrado al pelo por ejemplo, y abierta y expuesta.

Virginia
: ¿En esta situación también hay azotes?

Edas: Sí, pero menos, claro.

Virginia: Hablaremos luego de los castigos, pero entiendo que gustándote como te gusta el dolor, los azotes no son un castigo para ti, ¿o me equivoco?

Edas: No mucho, ja ja ja ,que me deje sin ellos Sí.

Ja ja ja.

Virginia: Dolor, bondage, y ahora pasamos a lo más complicado, la humillación, esto es lo más difícil de entender para la gran mayoría.
¿Te gusta la humillación?



Edas: Me encanta, me excito muchísimo.

Virginia: ¿Te excita porque te sientes humillada, o en realidad no te sientes humillada y solo sirves a tu señor?

Edas: Me excita por ambas cosas, pero sobre todo me gusta y excita mucho, el control que mi señor tiene sobre mí.

Virginia: ¿De qué manera te humilla?

Edas: Sirviéndole, lamiéndole los pies, lluvia dorada, comer de un comedero, meterme una cola por el culo y hacer de gatita.

Virginia: ¿Te escupe, insulta y demás?

Edas: Sí, ja ja ja.

Virginia: Veo que te gusta, y pregunto: ¿si te escupe, insulta o te humilla cualquier otro... Le partes la cara, no?

Edas: Y los huevos.

Virginia: Por lo tanto no es que no te importe que te humillen, sino que el que tu señor te utilice de la manera que sea te pone cachonda.

Edas: Como a una perra salida.

Virginia: ¿Por qué especialmente te excita la humillación?
¿Puedes explicar eso?

Edas: Pues no puedo, solo sé que con él me pone cachonda y en el trabajo como me hablen con algún desprecio se me llevan los demonios.

Virginia: Hablemos ahora de castigos. ¿De qué manera eres castigada? ¿Qué castigo es el peor para ti?

Edas: Que me quite Facebook, ja ja ja, ese uno. O no usar el móvil salvo emergencias, o no vernos.

Virginia: ¿Te castiga mucho, o te portas bien?

Edas: Soy algo rebelde.

Virginia: ¿Cuál es para ti el peor castigo? el que te hace pasarlo mal de verdad...

Ana: No ser buena para mi Señor, haberle fallado.

Virginia: ¿Lo has hecho alguna vez? Fallarle, me refiero.

Edas: Sí.

Virginia: ¿Sabiendo que le fallabas o sin querer?

Edas: Al principio sabiéndolo y luego sin saber.

Virginia: ¿Y cuál fue tu castigo?

Edas: A lo primero, no supe de él en unos días y pensé que pasaba de mi. A lo otro nada, se portó muy bien, entendió que fue un fallo de no preguntar más, pero yo me sentí muy mal.

Virginia: Tu peor castigo es defraudar a tu señor, aunque el castigo no te lo pone él, te lo pones tú misma por tu forma de sentir, ¿no?

Edas: Sí.

Virginia: Entiendo que te parecerá un absurdo cuando lees u oyes lo de cinco azotes como castigos y demás que sale en los libros, o que la sumisa se porta mal a propósito por el placer del castigo.

Edas: ja ja ja, me hacen reír mucho.

Virginia: Lo imaginaba.

Vamos a ir terminando, estás muy generosa conmigo y muy clara, cosa que agradezco porque sé que esta entrevista la realizas con el permiso de tu Señor.

No quiero cansarte ni abusar de tu amabilidad.

Quiero acabar con un tema muy importante: el maltrato. Imagino que en varias ocasiones habrás oído comparar el BDSM con el maltrato, y te pregunto. ¿En algún momento te has sentido presionada, acosada, maltratada?

Edas: Nunca.

Virginia: ¿Qué le dirías a esas personas que comparan el BDSM con el maltrato?

Edas: Para empezar, y muy importante, el maltrato es algo no consentido, el BDSM sí lo es.

Virginia: Exacto.

Edas: Es muy triste que la gente sea tan cerrada.

Virginia: ¿Sabes qué es lo peor? Que si oyen o ven a la vecina de al lado siendo maltratada, incluso delante de sus hijos, se callan la boca, Pero si resulta que es BDSM se echan las manos a la cabeza y dicen que son unos depravados.

Edas: Sí, lo sé.

Es que el deseo es lo primordial, la pasión también , pero sobre todo la confianza.

Cuando mi Señor me da un azote, lo hace para que espabile, para excitarme, no para otra cosa.

Virginia: En realidad pienso que da igual por lo que lo haga, puede que quiera humillarte porque es eso lo que le gusta, la cuestión es que tu también lo quieres, es consentido. Esa es la diferencia.

Edas: Soy mucho de humillación, Virginia, me gusta hacer de mesa, servirle, lamerle los pies, desnudarle, vestirle, que me mee, que me escupa, que me insulte. Pero es muy muy muy distinto.

Virginia: Entonces… ¿Eres una mujer maltratada?

Edas: Nooooooooo, quiero más palos, ja ja ja ja.

Virginia: Ja ja ja , no, no me pareces para nada una mujer maltratada, Edas.

Hasta aquí llegamos con la entrevista, ¿quién sabe? Puede que despiertes la curiosidad y tenga que preguntarte de nuevo.

Ha sido un placer conocerte, gracias por confiar en mí.

Edas: Gracias a ti por darme la oportunidad de abrir más el BDSM.






Cuando hace ya algunos meses publiqué una serie de tres entrevistas a un Amo, algunas comentasteis que muy bonito para él pero habría que saber qué opinaba la otra parte, otras simplemente querías saber de la relación Amo/Sumisa desde el otro punto de vista, (esas sois las curiosas como yo) , me pedisteis si era posible hacerle una entrevista a una sumisa.

¡Aquí la tenéis!

Ahora decidme. ¿Qué opináis? Mi opinión es, que Edas es una persona feliz y completa, tiene una personalidad atrayente, es segura de sí misma y una mujer fuerte.

Me ha gustado desde las primeras palabras que he cruzado con ella, y ha aclarado muchas de mis dudas.

Mi gratitud a ella y a su Señor por haberle dado el permiso para realizarla.


Estoy deseando leer vuestros comentarios.



El sexo es algo maravilloso. ¡¡Desear no es malo!!








domingo, 24 de enero de 2016

HAY VIDA DESPUÉS DE TI... ¡Y ES GENIAL! - MAR CANTERO SÁNCHEZ





Datos:

Título de la obra: Hay vida después de ti... ¡Y es genial!
Autora: Mar Cantero Sánchez.
Género: Romántica.
Número de páginas: 190 Páginas.
¿Donde comprarlo? Amazon


Booktrailer:










Sinopsis:

¿Y si no estás tan enamorada como creías?

Jose es madrileña, se casó muy joven y no es feliz. Quiere tener un hijo, pero no sabe si sigue enamorada de su marido, Eduardo. Pero a él, los niños le dan alergia.

Rosana es sevillana, es una romántica y su novio acaba de dejarla por otra mujer. Cree que está enamorada de Mel, y le cuesta aceptar que se lo haya quitado la tonta de Amalia, su compañera en la perfumería.

Jose no es independiente y tiene miedo de serlo. Rosana se va a vivir sola por fin y no sabe si su madre llorará o hará una fiesta cuando se marche.

Ambas son primas políticas, se conocieron de niñas y no han vuelto a verse.

Se reencuentran en Sevilla y empiezan a tener sentimientos que no saben cómo manejar. Están confundidas, son heterosexuales, pero tienen sensaciones que no comprenden.

¿Será amor, amistad, o es que están cansadas de no entender a los hombres?

Juntas descubren que el amor puede ser muy diferente a lo que han conocido hasta ahora.

Durante este tiempo, no han sido ellas mismas, sino como los hombres de su vida querían que fuesen y ahora saben lo fácil que es confundir la atracción sexual con el amor.

Ha llegado el momento de tomar decisiones, quitarse las capas protectoras de su corazón y conseguir la libertad que anhelan.

¿Seguirán como hasta ahora o se arriesgarán a empezar algo nuevo?

Ni en las mejores novelas románticas habrían leído algo así.

La decisión no es fácil, menos mal que tienen un sentido del humor que las salva en los peores momentos.

Entre risas, amor, y aroma de jazmín, se desarrolla esta doble historia romántica en la Semana Santa sevillana.

¿Y si Sexo en Nueva York se hubiera rodado en Sevilla? “Spain is diferent.”

Si te gusta leer novela romántica pero no quieres lo mismo de siempre, no lo dudes, esta es tu novela.




Opinión:


Hay vida después de ti… ¡Y es genial! Es para mi, la novela más divertida de Mar Cantero Sánchez hasta el momento. Con esta autora nunca sabes lo que vas a encontrar a la hora de leer una de sus obras, creo que no se repite en ninguna de ellas, que todas tienen una temática diferente y una manera de expresarlo distinta, eso sí, con una historia de amor como base, siempre.

La gran parte de su historia transcurre en Sevilla, ciudad que adoro, nos describe sus fiestas y el sentir de sus gentes, su alegría y optimismo, sus paisajes, sus calles. Me he sentido un poco allí y ha sido muy gratificante.

Voy a hablaros un poco de sus personajes, hay muchos, pero creo que las indiscutibles protagonistas son: Jose y Rosana… Ellas son primas políticas y hace muchísimo tiempo que no se ven, son muy distintas pero congenian a las mil maravillas y se crea entre ellas una conexión “especial”.

¿Por qué son distintas? Bueno, Jose, es una mujer que debido a su matrimonio tiene una vida monótona y triste, su personalidad se ha vuelto a causa de esto, aburrida, vive por y para su marido, olvidándose totalmente de ella, es discreta y comedida.

Rosana, es una persona abierta y simpática, sabe que es una preciosidad y se aprovecha de ello, consigue todo lo que quiere en cuanto a hombres se refiere, pero no es una persona frívola y superficial todo lo contrario, ella también tiene una historia de amor que no funciona como le gustaría.

Demasiadas cosas he contado ya… Cuando ellas se encuentran pasará de todo, lo que os imagináis y lo que no, creo que os sorprenderá y mucho, y os encantará.

Aunque la historia tiene un trasfondo importante y bastante serio, está contado todo de una manera tan ingeniosa y desenfadada que os hará estallar en carcajadas cuando menos te lo esperas (no me puedo olvidar del momento en que explica cómo se enamoró de sus manos).

¿Lo que os digo sobre este libro? Si tenéis una de esas tardes malas y tristes y necesitáis algo desenfadado que os haga olvidar un poco, leerlo, ¡os gustará!








viernes, 8 de enero de 2016

EL FUEGO QUE ARDE EN TI - MABEL DÍAZ





Datos:

Título de la obra: El fuego que arde en ti.
Autora: Mabel Diaz.
Género: Romántica.
Editorial: Ediciones Kiwi.
Número de páginas: 377 páginas.
¿Donde comprarlo? Amazon


Booktrailer:



Sinopsis:

Joel Mackenzie es el propietario del más famoso club de BDSM e intercambio de parejas de Londres. Admirado y perseguido por las mujeres y envidiado por los hombres. Reparte su vida entre su profesión de fotógrafo mundialmente conocido y sus sesiones con las sumisas. Pero no es feliz. Hace once años le obligaron a alejarse de la mujer que amaba y sabe que nunca podrá tenerla a su lado, de lo contrario sufrirá las consecuencias.
Kimberly Abercrome tiene todo lo que una mujer puede desear. Es atractiva y sexy, posee riqueza, lujos y es famosa en su profesión como cirujana plástica. Enamorada desde hace años del mismo hombre, un hombre que la ha rechazado, herido y humillado, decide por fin olvidarle y empezar una nueva vida sin él en su corazón.
Pero el destino es caprichoso y jugará con ellos.


Opinión:



Aquí me encuentro de nuevo ante una novela de Mabel Diaz, “El fuego que arde en ti”.

Al leer la sinopsis y ver las palabras BDSM, podréis pensar que es una novela de sexo y lujuria únicamente. ¿Es así? 

Pues bien os diré que estáis equivocadas, sí, claro que hay sexo y erótica, pero el fondo de la novela es una buena historia de amor, a mi forma de ver, es lo fundamental… Una historia de amor que ha perdurado en el tiempo a pesar de los obstáculos.

De los personajes... Bueno, lo primero felicitar a la madre de los Mackenzie, ¡¡por dios menudos hermanos!! No me quiero imaginar una cena familiar, o pasar con ellos la nochevieja ( bueno en realidad me lo he imaginado varias veces pero eso no os lo contaré jajajaja), los tres son tremendos y seguro que darían para varias historias.

Joel, es el personaje que conduce la historia junto con Kimberly, él, experto en temas sexuales, amante del BDSM. Ella nada experta pero con muchas ganas de aprender… Bueno hay algunas cosas que yo misma quiero probar, que bueno sería que los personajes pudieran salir de los libros, ¿no os parece?

Su historia ha sido forjada a partir de dudas, malos entendidos y malas decisiones, pero con un profundo amor, ¿Cómo creéis que podrán arreglar esto?

Pues nos lo explica Mabel de una forma muy clara, su forma de escribir es directa, sin irse por las ramas por lo que su lectura es rápida.

Este es un libro donde hay sexo pero no creáis que vais a encontrar infinidad de escenas sexuales, no son muchas, solo las justas.

Un buen libro para pasar una buena tarde.

No quisiera despedirme si agradecer a la editorial que me hiciera llegar el libro, muchas gracias, ¡¡ha sido un gran regalo de reyes!! 





lunes, 4 de enero de 2016

DIRTY TALKING- HABLAR SUCIO EN LA CAMA






A menudo buscamos la forma de animar nuestras relaciones sexuales, hacerlas más divertidas y encender esa chispa apagada a causa de la monotonía. 
Lo primero que nos planteamos es hacer posturas nuevas, pedir que nos toquen de una u otra manera… Pero olvidamos algo muy excitante para algunos, el oído. 
Gemir, jadear y decir frases y palabras sucias, sí, habéis oído bien, utilizar un vocabulario erótico, frases ardientes, puede subir mucho la temperatura en una relación.

¿Por qué no probar?

¿QUÉ ES EL DIRTY TALKING?

Dirty talk es un juego sexual en el que se utilizan palabras o frases que encienden la imaginación e incrementa el deseo sexual antes o durante el acto sexual. El dirty talking estimula los sentidos, es una forma de expresar los deseos de la pareja, lo que quieres hacer o que te hagan.

¿Cómo podemos empezar?


Si nunca le has dicho nada a tu pareja, no te tires a la piscina de cabeza de buenas a primeras, despacito y poco a poco es lo mejor.

Vamos a empezar por suspiros y gemidos que le indiquen si va bien o no (me da igual si eres hombre o mujer, porque chicos… Vosotros también sabéis gemir ¿verdad?), y luego ya iremos diciendo frases.

No es necesario ni insultar ni ser vulgar si no os sentís a gusto, al menos hasta que le cojáis práctica jajaja, pero podéis poner un tono seductor, mirarle y decirle cosas como… “Hoy quiero jugar con mi lengua” o “voy a hacerte de todo” algo tan simple con un buen tono de voz y un suspirito por aquí y un gemido por allá hace maravillas. ¡Probadlo y me contáis!

Luego ya pasaremos a cosas más fuertes.

Hay varios tipos, os los explico un poco:

El soft-care:

Digamos que esta es la forma dulce. Son frases o palabras suaves, pero siempre con tono sensual no os olvidéis.

Esta forma es la mejor para empezar, y se utilizan frases como… “Te deseo” “ me gusta tanto lo que me haces” y cualquier cosa que se os ocurra.

Hard-core:

Aquí entran palabras más fuertes y muchos encuentran que es increíblemente sensual escuchar a su pareja diciéndole este tipo de cosas. Son palabras más vulgares y en muchos casos incluyen palabras malsonantes o insultos, pero es cuestión de gustos y dentro de la intimidad cada uno hace lo que quiere.

Seguro que aquí no es necesario que ponga ejemplos y sabéis a qué insultos o palabras me refiero.

Hay que tener claro lo que se quiere y lo que no.

Es mejor que desde el principio digas y tengas claro lo qué quieres usar y lo qué no. Si no quieres que tu pareja te llame “puta” o “zorra” o cosas por el estilo es mejor decirlo desde un inicio. Ambos debéis estar de acuerdo en que decir y que no para poder divertiros de una manera sana.

DIRTY TALK NO ES PARA FALTARSE AL RESPETO ES SÓLO UN JUEGO SEXUAL

Cuando se cierran las puertas de la habitación a algunas mujeres les gusta convertirse en unas“zorritas”, sacar la parte “puta” que todas tenemos dentro de nosotras queramos admitirlo o no, pero claro que una cosa es dentro de la habitación y otra cosa fuera. Es mejor que sepas separar el juego  sexual de la realidad, si ella acepta que la llames “zorrita” en la cama no quiere decir que puedas hacerlo fuera de ella.


Creo que esto os puede dar una primera idea, si queréis más, estoy aquí para aclarar dudas y deseando saber vuestra opinión.
Y como siempre digo...


El sexo es algo maravilloso... ¡¡Desear no es malo!!